Cruzcampo denuncia al Huracán Sandy por plagio y violación de patentes

Cruzcampo, la primera empresa cervecera de España en cuanto a volumen de ventas y cuyos derechos son propiedad del Grupo Heineken, ha puesto en manos de su departamento jurídico la interposición de una demanda en la que acusa al Huracán Sandy de apropiación indebida de una parte de su marca, lo que en opinión de la compañía constituye "una usurpación de identidad flagrante, una violación de patentes y un plagio de manual; y no nos vale que digan que nuestra bebida lleva H y el huracán no... ¡Vamos a enseñar a los americanos que en España la H no se pronuncia!".

Sin embargo, aún en el caso de prosperar la demanda, no sería el propio huracán el que debiera hacerse cargo de la indemnización dictada por el juez, sino que correspondería al gobierno de los Estados Unidos de América, como responsable subsidiario, el pago de la multa con dinero público proveniente de la partida "Denuncias Internacionales Absurdas" (IDC en inglés) que creó Barack Obama tras su llegada a la Casa Blanca.

Matías Quetelías, enviado especial de Ser & Endipia en Washington, ha confirmado que el propio Obama se ha puesto al frente de este asunto y que, tras intentar una solución diplomática, (que ha resultado imposible debido a que el embajador español en EEUU estaba "de cañas") ha decidido enviar directamente una subdivisión armada de los SEALS a la sede central de Cruzcampo, situada en pleno centro de Sevilla, para lo que él mismo ha llamado "Operación Mónica Naranjo: Shandy con H".

Por su parte, fuentes oficiales de la compañía cervecera han reconocido a uno de nuestros redactores que la amenaza de EEUU es real. 

"Sevilla es un caos: hemos pedido un rescate al gobierno español cuando nos hemos enterado de que el Presidente del Betis va a pedir a la UE la Independencia de Andalucía al sentirse amenazado por varios aviones F-18 que rondaban el Estadio Benito Villamarín; ah, y por si fuera poco, los SEALS americanos están arrasando con todo a su paso: ya han acabado con las reservas anuales de jamón, pescaíto frito y cerveza. Menos mal que siempre nos quedará el rebujito...".

La reacción del ejecutivo español no se ha hecho esperar y ha sido el propio Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el que ha reconocido que no es muy partidario de los rescates. "Yo creo que lo mejor es dejarlo correr y ver si con el tiempo el problema se soluciona solo. Hasta ahora me ha salido bien. Además, yo es que soy más de vino que de cerveza... ¡VIVA EL VINO!".

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